Posts Tagged ‘madre’

Madre : Agradecida

Pocas sensaciones son tan placenteras y relajantes como mirarte dormida, sentirte respirar a mi lado…
Sentimientos tan tiernos se despiertan en mi interior al estar aquí sentada sintiéndote, escuchándote.
Me encantaría acariciar esa mejilla, besar esa manita, pero no quiero que nada pueda interrumpir este sueño relajado que estás disfrutando, que te hace mostrar mil muecas.
Se me podría ir la mañana así.
La experiencia no es única, ni es la primera vez que la disfruto, y sonrió al pensar que me sigue emocionando.
Eres la tercera, y me has ayudado a revivir muchos momentos disfrutados con tus hermanas y te estoy agradecida, porque se pasan tan rápidos los días, se olvidan tantos besos y gestos y sonrisas y juegos y …
Gracias a ti he podido volver a tener momentos de silencio a mi alrededor en los que sólo estamos tú y yo, juntas, sin más ruido que tu tranquilo succionar al mamar. Y ahí, en esos silencios, he podido ir haciendo un viaje interior y pararme a valorar los cambios de estos años y confirmar que los valores y prioridades que hace casi nueve años recoloqué en mi vida, en nuestras vidas, fueron muy adecuados y acertados, aunque haya veces que con el estrés diario me ponga a dudarlo.
¡Ha sido necesario que llegases tú, para hacerme parar de nuevo no sabes cuánto te lo agradezco!

20120927-110453.jpg

#CRYA12meses Mi regalo a CRYA en su primer aniversario

Apenas hace un año de aquel post desgarrador que Marta Gual publicó ante su vuelta al trabajo y la angustia que esa situación le creaba. El post que dio lugar a un gran debate virtual y que se acabó materializando en la creación de Conciliación Real Ya, conocida ya por muchos como CRYA ( fonéticamente parece que decimos “cría”, bonita y enternecedora palabra y con muchísimo potencial  en su significado). Y así, como quien no quiere la cosa, nuestra CRYA cumple un añito, y está por tanto de fiesta, y cómo no, en todo cumpleaños hay regalos, así es que aquí he traído el mío, en formato de misiva:

“Querido CRYA,

Apenas un año te ha dado para vivir mucho.

Has conseguido, en este tiempo, poner a trabajar a un grupo de personas bastante heterogéneo, a la par que disperso físicamente, que gracias a esto del llamado mundo 2.0 y las nuevas tecnologías logran ponerse de acuerdo y coordinarse de un modo sorprendente.

Has ido moviéndote con cautela, tomando contactos, con distintas instituciones, organizaciones y  poco a poco vas teniendo voz y presencia en conferencias de congresos y encuentros en los que la conciliación es un factor importante.

Has transmitido que es posible luchar por cambiar todo aquello establecido que se cree mejorable para nosotros, para los nuestros, sin hacer daño a nadie.

Y es por ello, que hoy, en esta noche silenciosa, cierro los ojos y pienso que gracias a lo que ya eres, y poco a poco serás, con el trabajo por delante que tienes y tenemos, es posible que dentro de no mucho haya una madre que a las dieciséis semanas no tenga que dejar a su hijo por volver a un puesto de trabajo para demostrar que pese a haber parido sigue siendo una competente profesional, haya un padre que pueda disfrutar de su baja paternal sin tener que justificarse ante nadie por compartir los primeros días de su hijo, haya una abuela que no tenga la sensación de que si ella falta sus hijos no podrán organizarse en el día a día, haya un abuelo que no sienta que es una carga para los suyos porque acudir acompañado al médico implique un conflicto en el trabajo de sus hijos, …

Pues nada,  espero el año que viene verte por aquí, un poco más grande y fuerte, pero con la misma ilusión y energía que desprendes este año, y rodeada de muchos más amigos que se habrán unido y trabajado por tu causa durante estos  doce meses.”

Imagen

 

 

Madre: Mamá, no me quiero morir

Hay días de risas, alegrías y esperanzas.

Hay momentos de juegos, saltos, carreras, escondites,…

Y hay preguntas y sentencias que te dejan descolocada y 24 horas después continúan en tu cabeza: “¿Mamá, por qué tenemos que morir? Es que yo no quiero morir.

Con esto me sorprendió mi mediana ayer cuando salíamos del parque. Mientras hablábamos del colegio, de juegos en el patio, de niños que habían llevado esto o aquello para el recreo… cuando íbamos a cruzar por el paso de peatones.

Recuerdo que me sujeté al carrito de la peque a la vez que me encontraba con su mirada, que me estaba esperando desde que había formulado esa frase.

Y qué decirle:

  • que yo tampoco quiero morir,
  • que sólo pensar que aquí estamos de paso mi estómago da un vuelco y la angustia me empieza a engullir,
  • que por más que quiero aferrarme a un mundo más allá de este terrenal me entran a veces muchas dudas sobre su realidad y eso me desespera de un modo inimaginable…

Está claro que los peques piensan, y mucho. Y de pronto me vi tan identificada. Noches en vela cuando era pequeña pensando de dónde venimos, a donde vamos… Y recordé que me había pasado algo parecido con su hermana años antes, pero en aquella ocasión, coincidió con ciertos hechos a nuestro alrededor, con lo que me pareció algo lógico. Pero ahora no ha habido ningún detonante cerca y ésta tiene la preocupación y la angustia.

Le contesté que  no se preocupase ahora por eso, porque no era algo sobre lo que pudiésemos hacer nada. Que lo único que podemos hacer es tratar de disfrutar al máximo de cada momento y no pensar en la muerte, que ya llegaría cuando tuviese que llegar… Que ahora tenía que pensar en jugar, reír, aprender, correr, saltar… ¡¡¡VIVIR !!!

A lo que ella respondió: “Vale mamá, pero yo no quiero morir hasta tener mil años”

Para mí es un tema duro. Muy duro. Y cada vez más, al verlas a ellas y no querer dejarlas nunca solas, a ver a mi pareja y el proyecto de vida juntos… Porque tengo claro que si hay otra vida tras ésta, yo quiero que la mía sea al menos rodeada de los que quiero aquí y sólo pensar que eso no fuera posible me duele.

¿ Y tú, te has planteado alguna vez esto? ¿ Te lo han planteado ya tus hijos?

Fuente Imagen: http://us.123rf.com/400wm/0/241/quido/quido0803/quido080300012/2698425-azul-rayo-de-luz-blanca-sobre-fondo-negro.jpg

Madre – ¿ Mala madre ?

Hoy estoy en uno de esos días con un estado de ánimo algo sarcástico, lo que me hace sentir un poco “destroyer” en algunos momentos. Y no he podido evitar acordarme del grupo “malas madres”.

Hace unas semanas, a raíz de un post de Walewska titulado “ Soy una mala madre” y unas cuantas contestaciones y confesiones en Twitter, se creó un grupo, no, no lo busquéis para cotillear, porque es privado, de “malas madres”.

No, no os equivoquéis, aunque muchos de nosotros al oír “Mala Madre” rápidamente traemos a nuestra cabeza al gran Luis Tosar en su interpretación en “Celda 211” , estas malas madres distamos mucho de ser así de “oscuras”.

Tampoco somos “malas madres” en el sentido literal de la palabra.

Entonces,  ¿a qué viene ese nombre? Si leéis el post que lo originó, realmente viene a que aunque somos madres, no dejamos de ser mujeres, seres individuales con unos deseos, sueños, anhelos, gustos … parecidos o semejantes a los de otros seres de nuestro mismo sexo que no poseen el estado de maternidad en modo on.  Lo que ocurre es que hay ocasiones que manifestar esos deseos o apetencias nos hace ser juzgadas por terceros, y eso a la vez nos hace sentirnos fatal con nosotras mismas porque a nadie le gusta que le juzguen y mucho menos que le hagan sentir que es una “mala madre” por tener en mente más cosas que sus hijos y deberes maternales, o porque lo que tengamos en mente sea diferente a lo del resto de “buenos padres o madres”.

Es por ello, que en una tarde como hoy, quiero reclamar el derecho a ser la madre que quiero ser con mis hijas. No quiero que me comparen con nadie. Quiero ser yo, quiero ser esta madre, con mis horarios, con mis normas sobre programas de televisión que se pueden o no ver y las horas de televisión oportunas, sobre el uso o no de los juegos de ordenador, del uso de pintauñas, de comer esto o beber aquello entre semana y/o en fin de semana, de acostarse a esta hora o a otra, de hacer de esto o aquello una rutina o no, de decidir a qué cumpleaños se va y a cuales no… no quiero ser lo que los demás quieran que sea ni en lo personal ni en lo maternal. ¿Qué? ¿Qué soy una mala madre? ¡Pues a mucha honra!

  Imagen

Vuelta al colegio, rutinas y conciliaciones

Ya hemos pasado el tercer día de clases de este nuevo curso. Aún es pronto para saber cómo irá este año, pero lo hemos comenzado y recibido con sonrisas e ilusiones, junto con un buen puñado de nervios.

Este año las dos mayores están en primaria. La pequeña “se nos ha hecho mayor” y ya hay que empezar a acordarse de horarios, de días de chándal y de exámenes.

 

(Fuente Imagen: http://3.bp.blogspot.com/-6pjeH8fayrE/UE_H9-go4HI/AAAAAAAAFUM/17HpigKi-0I/s1600/Vuelta-al-cole%5B1%5D.jpg )

Ahora tenemos que ir al encuentro de rutinas, aunque hasta que llegue octubre sabemos que no serán muy consistentes y reales.

Y es esa búsqueda de rutinas la que nos hace volver a dar vueltas a los horarios que tendremos los padres para adaptarlos a los que tendrán las niñas en el colegio.

Y de pronto me veo echando la vista atrás un año y me pongo a recordar el propósito que nos hicimos de ponernos en marcha para tratar de lograr alcanzar la conciliación en nuestras vidas, y veo que no nos ha sido posible aún alcanzarlo: Nos hemos pasado el año haciendo malabarismos para estar ahí a primera hora dejándoles en clase, llegar a hora al trabajo, salir puntuales de la oficina para llegar a buscarles, tener la tarde para estudiar con ellas, quedarnos en casa los días que se han puesto enfermas…

Nos ha tocado volver a tirar de los abuelos. Ellos con su gran disposición e infinita paciencia han hecho que nuestros brazos parezcan más largos, que podamos abarcar lo que físicamente no podemos por reuniones o proyectos de última hora, o simplemente por enfermedad, porque los padres también nos ponemos enfermos a veces, aunque es cierto que muy de vez en cuando porque no estamos como para darnos “esos lujos”.

Ahora, vamos a tratar de entrar en rutinas, de reajustar horarios y una vez más seguiremos teniendo claro cuáles son nuestros principales valores para que este curso podamos vivir y disfrutar del año tanto a nivel familiar, personal como profesional y quizás éste si sea nuestro año de avanzar en ese deseo llamado conciliación.

 

 

(Fuente Imagen: http://www.sophya.es/blog/wp-content/uploads/2011/04/conciliacion-2.jpg )

1 3 4 5 6 7 12