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» Tú tienes más» y otras tonterías que aguantar 

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¿ Tienes más de un hijo? ¿ Estás cansado de comentarios sin sentido de padres que, como sólo tienen un polluelo, sí que saben lo que es sufrir al verlo enfermo o irse unos días fuera? Si las dos respuestas son afirmativas , sigue leyendo. Si no lo son, te pediría que también siguieses leyendo porque nunca está de más conocer los sentimientos de otros, ¿no crees?

En estos días … de gestionar el día a día de esas largas vacaciones estivales de los niños frente al mes de los padres, en los que muchos tiramos de campamentos y/o abuelos. 
En estos días … de separaciones casi forzosas para muchos de nosotros, que nos remueven por dentro al separarnos de nuestros polluelos por periodos de tiempo relativamente largos ( sí, para esta madre estar más de siete días sin ver a alguna de sus peques lo es) 
En estos días … hay que aguantar además comentarios que molestan o duelen como madre y encima provienen de otras madres o padres, y son los del tipo » Bueno a ti todavía te queda una» y/o » Bueno tú tienes más así es que no lo notarás» 
Recuerdo todavía un comentario que me dolió muchísimo en su día. Por aquel momento sólo tenía a las dos peque mayores, y la mayor debía ir a segundo de infantil, tendría unos cuatro añitos. Y se iba de excursión. Y recuerdo a una madre de una niña diciéndome » espero que no les pase nada porque tú tienes dos pero yo sólo tengo una» . Le he dado muchas veces vueltas a este tema. Pensé en ese momento que mi corazón y el suyo si les pasase algo sufrirían igual

La única diferencia, es verdad, es que yo seguiría teniendo un motivo para seguir levantándome y luchando cada día. Pero mi corazón estaría igualmente destrozado. Y esto es algo que a veces me duele, que se presuponga que por el motivo de tener varios hijos tu intensidad de cariño o de sufrimiento si les pasase algo es menor. Mi tiempo de dedicación exclusiva seguro que es menor, pero quiero pensar que mi cariño y amor no.

Es cierto que ser familia numerosa da mucho juego para tener que aguantar un montón de comentarios fuera de lugar desde el mismísimo momento en que lo anuncias o bien se manifiesta por si sola la situación. 
Pero no sé como hacerle ver a la gente que mis hijas son insustituibles y únicas y que cuando una no está, sea por el motivo que sea, y eso que hasta la fecha las separaciones han sido por ocio y placer, el resto de la tribu la echamos de menos

  
Y se la echa de menos durante todo el día y en cualquier momento , aunque eso no suponga ni mucho menos ir con la lagrimilla al aire todo el día ni con cara de setas, para nada, que la vida continua y hay que vivir cada día aunque haya ausencias. Pero tu hija va a poner la mesa y sigue poniendo cinco vasos y de pronto se da cuenta y te sonríe; sales a dar un paseo y nombras a las tres a la puerta; te pones a charlar de algún tema y recuerdas lo mucho o lo poco que le gusta al que falta o lo que pensaría o diría de ello; planeas salir al cine y vas si sabes que esa película no es suficientemente apetecible para el que falta esos días… Seguro que todos tenéis un montón de ejemplos de este estilo tengáis uno, dos, tres o siete hijos… 

Y como no, te levantas y acuestas y te falta ese beso y ese abrazo de buenos días y de buenas noches…y no haber escuchado su voz…

Y es que muy señores míos, aunque «tenga más», cada hijo es único, cada hijo tiene un hueco de nuestro corazón, y como tenemos la suerte de tener un corazón de capacidad infinita, que cuanto más amamos, queremos y respetamos más enorme se hace y mayor capacidad tiene, pues mis tres hijas tienen todas su hueco especial en él, y me da lo mismo que tengan la edad que tengan, siempre lo tendrán y siempre las echaré de menos y su ausencia nunca podrá ser sustituida por ninguna de sus hermanas.
¿ Y tú, has tenido que aguantar este » tú tienes más» o tienes algún otro comentario por el estilo para compartir?

Mis colores en el encuentro bloggero madresférico

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Hay días que se esperan con muchas ganas. Y hay días que pasan muy rápido y después te preguntas por qué hiciste o dejaste de hacer esto o aquello. Eso es lo que me pasa a mí en los encuentros blogueros: pese a llevar ya unos cuantos a mis espaldas, el directo me descoloca. Este fin de semana tuve la suerte de poder acudir al cuarto evento bloggero madresférico y este es mi recuerdo de este día: (más…)

El viaje de la maternidad (I)

Maternidad….

Días intensos.

Noches de infarto.

Semanas de actividad.

Meses de frenesí.

Años de ilusión.

Mirar hacia atrás y empezar a darte cuenta de  TODO lo que has vivido y parece que empiezas a olvidar. ¿ De verdad han pasado ya más de trece años desde aquel momento  de alegría en que fuimos conscientes de nuestra incorporación al mundo de la maternidad?

Sí, han pasado. Hemos vivido nervios y medios en el embarazo, en la etapa de bebe, en la etapa preescolar, en la infantil…

Pero el camino sigue, y esto sólo ha sido el principio, así es que los seguimos viviendo y viviremos me temo aún en los próximos trece… ¡ Desde luego que intenso viaje este de la maternidad!

Cómo viví Madresfera 2016 

Empezaré diciendo que yo también estuve allí, aunque sea una de esas bloggeras en la sombra , y en esta ocasión incluso en el silencio, ya que tuve la mala suerte de caer afónica unos días antes y apenas podía hablar el pasado sábado.

No he querido leer las crónicas de mis compañeros. Es un ejercicio que prefiero hacer a posteriori. Así puedo en unas pocas líneas ser libre de transmitir lo que supuso para mí y lo que viví. Suele ser mi forma de bloggear, para bien o para mal. ( bueno como me he demorado tanto al final he leído el Post de mi Santo!)

Comenzaré diciendo que me cuesta escribir sobre los encuentros blogueros. (más…)

Relatos : Sensaciones de adolescente I

Cerró los ojos.

Podía escuchar en su cabeza aún la conversación de la noche anterior.

Esos nervios, esas inseguridades, ese miedo ante lo desconocido…

Trató de recordar cómo se había sentido ella casi treinta años antes. Tenía tan enterradas esas sensaciones que no conseguía volver a ellas para tratar de aconsejar y aplacar aquella pequeña angustia que su pequeña le transmitía.

Volvió a abrir los ojos. Se miró en el espejo. Encontró la mirada de aquella chica de trece años madurada por la experiencia de algunos años sobre sus hombros, que se había traducido en pequeñas marcas de expresión ; pero acaso aún no la acompañaban algunas de aquellas sensaciones en su día a día actual?

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