Semana III Reto Iron Blogger : Los profesores de tus hijos

Para no cambiar el hilo de los post anteriores de mis publicaciones en el Iron Blogger Materno/paternal tras los nervios del comienzo y las inquietudes que se ponen de manifiesto por el entorno de nuestros hijos, esta semana vamos a comentar ese otro pilar escolar, esperando que nadie se sienta molesto o aludido: las valoraciones de los profesores de nuestros hijos.

Si hay algo que cada vez tengo más claro, y eso que otra persona no, pero el Santo me lo recuerda cada vez que tiene ocasión, es que toda historia tiene, al menos, dos versiones, y por ello, como mínimo, dos justificaciones.

De este modo, al empezar el curso, uno de los temas estrellas es quiénes serán el tutor y los profesores de tu hijo.

Cuando asignan a tu hijo un profesor y/o tutor, de pronto se encienden en tu cabeza mil y una alarmas ( aunque lo cierto es que a mí estás alarmas no se me encendieron hasta que a la peque mayor, en eso de primero de primaria le tocó una tutora para la que mi hija » iba a tener problemas si no cambiaba de actitud». Recuerdo salir de aquella tutoría sintiéndome como la madre de una delincuente en potencia, yo que veía a mi pequeña tan espabilada y extrovertida. Sin ningún problema de adaptación ni de relación con compañeros y profesores en la guardería y en el segundo ciclo de infantil… De pronto parecía que la pobre iba de cabeza al programa de «Hermano Mayor» . Menos mal que como solemos ir juntos a la mayoría de las tutorías el Santo relativizó y … la buena señora se prejubiló al terminar el primer trimestre!( Debo decir que después la ha tenido en varias asignaturas de apoyo y la quiere un montón «¡ Qué buena niña es !. Si supiese la buena señora el disgusto que me dió…)

Desde entonces las tutorías empezaron a darme miedo, no dejaba de preguntarme si quizás no veía a mis hijas como realmente son, ser una de esas madres que tienen una venda en los ojos ante la realidad de sus hijos para poder ayudarles … Si es que necesitan ayuda.

Pero tuve suerte. La niña era muy movida. Pero los siguientes tutores supieron hacerse poco a poco con ella y controlar ese deseo de moverse (que se traducía en visitas al baño o a la papelera para sacar punta…) y de hablar. Esa actividad la fueron pausando, lo tradujeron en aprovecharlo para pequeños recados, pequeños repartos de material en clase… Ese torbellino de energía había que canalizarlo, tal y como tratamos de hacerlo también en casa.

Así,volviendo al tema de los tutores y/o profesores, he de decir que hay tantas opiniones sobre ellos, por lo general, como padres opinen. Y es más, el mismo padre puede opinar una cosa para el mismo tutor/profesor según el hijo y/o año en que le haya tenido, como es mi caso. Ha habido algunos que me han gustado desde el principio y otros que en su día no me gustaron, pero que el paso de tiempo me ha hecho darme cuenta que en su día no los juzgué objetivamente porque los resultados o comentarios no me gustaron, y otros que no me gustaron y pasados los años siguen sin gustarme.

Este inicio de curso he oído a padres agradecer que su hijo no esté con tal o cual profesor. Los motivos por lo general, son diferentes a los míos. También he oído a padres ensalzar a un profesor porque levanta la mano en los exámenes o pruebas y es tranquilo, cosa que a mí me hace poner en alerta. Que sea majo me parece estupendo, que levante la mano, pues no. Al colegio se va a aprender, y eso se tiene que exigir, ¿no? Pero bueno esto daría para otro post.

Y tú, ¿ cómo ves a los profesores de tus hijos? ¿ te preocupa u ocupas de conocerles?

image

Nota: este post pertenece al reto Iron blogger promovido por Y papá también anímate y únete!

2 Comentarios en Semana III Reto Iron Blogger : Los profesores de tus hijos

  1. AquiCabeDeTodo
    23 septiembre, 2013 at 13:08 (11 años ago)

    Ser profesor hoy en día es muy difícil. Uno de los mejores profesores que he tenido yo me dijo que en mi época, había dos o tres alumnos que armaban lío en clase, pero que con la ayuda del resto, se podía enderezar el rumbo. Pero que ahora era al revés, solo hay dos o tres que quieren prestar atención y que el resto está fastidiando el curso. Viendo este panorama, pidió la jubilación anticipada porque no se veía con fuerzas para aguantar la situación.

    Y es que a mi de pequeño me dejaron claro que había que respetar al profesor. Era la autoridad y siempre tenía razón y había que hacerle caso. Y ahora, esa autoridad los padres se la estamos quitando y así nos va.

    Responder
    • Madespymas - Madre , Esposa y Más
      23 septiembre, 2013 at 23:21 (11 años ago)

      Lo cierto es que el tema da para mucho.

      Imagino que como adultos somos responsables de que les llegue el entusiasmo por vivir, aprender y disfrutar … Pero me cuesta aceptar que todo dependa 100% de padres y profesores…

      Muchas gracias por pasarte, leer y comentar!

      Responder

Responder