03
Sep
2014
Sep
2014
Cual Ave Fénix
Se quedó sentada mirando al infinito.
Sus ojos clavados en la línea que unía el mar con el cielo.
Ya no quedaban lágrimas para
soltar al volver a visualizar en su cabeza tantos y tantos momentos pasados y disfrutados.
Trató de poner su mente en blanco.
De escuchar sólo el sonido del mar.
De abstraerse de las sonrisas y chapoteos que tenían lugar a su alrededor.
Se sintió como un pequeño Ave Fénix: sabía que nada volvería a ser como antes, pero ella volvería a luchar por tratar de ser feliz cada día.
Nota: Deberíamos sentirnos afortunados de poder disfrutar de las sonrisas de los que nos rodean: serán su mejor recuerdo.
anya
3 septiembre, 2014 at 08:42 (9 años ago)Es muy bonito y profundo y es una bonita reflexión, mucho animo
Oscurabendecida
3 septiembre, 2014 at 10:21 (9 años ago)Ahora tengo lágrimas en los ojos. Muy bonito y muy cierto lo que dices en la nota
Alícia
3 septiembre, 2014 at 14:40 (9 años ago)Nunca deberíamos perder la sonrisa. Y también deberíamos saber apreciarlas. Cuando ya no están….las echamos de menos