Apenas a unas horas de comenzar el fin de semana, tratando de planificarlo. De organizar las horas para … debería de poner para: disfrutar de dos días sin horarios, carreras, rutinas… Pero eso no es verdad.

En el fin de semana hay que planificar. Hay que estar atenta a las necesidades de los distintos habitantes de esta casa. Y esas necesidades son de lo más variopinto: desde los deberes que han de preparar las peques mayores, hasta el partido de turno que quiere ver el Santo o ese cumpleaños de un familiar más o menos cercano al que debes ir… y sin olvidar ese rato de encerrarte en el baño  buscando esa pequeña puesta a punto que todas y cada de nosotras necesitamos ( y ¡¡nos merecemos!!) para sentirnos tan preciosas y hermosas como de verdad somos…

Una vez cubiertos los indispensables del fin de semana, llega el momento de ver si habrá huecos, y qué hacer con ellos. Y es entonces cuando me pregunto: ¿ es imprescindible llenar los huecos? ¿ no será mejor dejar esos momentos para ratos de ocio totalmente improvisados?

No hace mucho escuchaba que uno de los mayores problemas de nuestros pequeños es que los padres teníamos todo su tiempo tan programado con actividades para tenerlos entretenidos que eran incapaces de gestionar ellos solos esos momentos de inactividad y eso limitaba de alguna manera ciertas habilidades y capacidades de desarrollo. ¿ Cómo afrontas tú el fin de semana? ¿ Eres de los que planifica cada momento o de los que va gestionando los tiempos y dejando a sus pequeños que gestionen ciertos ratos del suyo?

¿Improvisar o planificar el fin de semana?