Posts Tagged ‘rutina’

Luchando contra la rutina (Entonces, soberbio, señal : #150palabras )

Salió corriendo de casa. Eran las siete. No había tenido señal alguna en todo el día de Louis.
Llevaba diez minutos andando y se paró. Tenía que pensar.

Se sentó en la acera. Trató de recordar.

– Celia – había dicho él la noche anterior

– ¿Sí ? – contestó ella mientras terminaba de preparar el dossier de la reunión del día siguiente.

– Llevo unos días preocupado. Algo ha vuelto a mi vida, y necesito que vuelva a salir.

– Uhm… Uhm… – asintió ella. Repasó de nuevo el dossier: sería una presentación soberbia.

Cuando se acostó, él ya dormía.

Al despertar sólo encontró un sobre con una nota: » Suerte en la reunión. Si antes de las siete no me he puesto en contacto contigo, quedamos donde la última vez me besaste»

Entonces ella entendió sus palabras: era la rutina. Lo que había vuelto a su vida. Cerró los ojos: la estaría esperando sentado en aquél banco.

 

 

 

Madre : De la reincorporación laboral : dos semanas

Hoy ha hecho justo dos semanas desde mi reincorporación. Hoy ha hecho justo dos semanas en que nuestras vidas vuelven a luchar por instaurar unas rutinas que sean buenas para todos, que hagan que el día a día sea más sencillo.

Pero no está siendo fácil. No sé si es por el momento laboral en que me encuentro. No sé si es porque esta familia ha cambiado mucho. Las necesidades de ahora parece que han variado significativamente respecto a las que había en junio. Y siendo miércoles me siento agotada.

Cada vez es más evidente que las peques necesitan nuestro tiempo sí o también. Necesitan nuestras explicaciones. Necesitan nuestras manos. Necesitan nuestros abrazos. Necesitan a sus padres.

Y tan sólo en dos semanas me ha quedado patente que necesito aprender a desconectar del trabajo. Es necesario que ese cansancio se quede en la bolsa con los papeles y no salga en forma de mal humor. Porque igual que nosotros estamos cansados, ellas están cansadas. Y mi cansancio se traduce en tener un nivel de tolerancia mínimo. Un mal humor máximo. Y eso no es justo para ellas, ni para mí.

Pero dicen que el primer paso para cambiar es aceptar que es necesario un cambio, no? Pues allá vamos. Ya tenemos deberes para el resto del curso. Ya os iré contando que tal nos va.

Fuente imagen: http://t2.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcQEPi53FxXVvQmGhL2YN5OwLj-Ms5Ko2t8wxM61lVVCyve5n-02Wg

Madre – ¿ Mala madre ?

Hoy estoy en uno de esos días con un estado de ánimo algo sarcástico, lo que me hace sentir un poco “destroyer” en algunos momentos. Y no he podido evitar acordarme del grupo “malas madres”.

Hace unas semanas, a raíz de un post de Walewska titulado “ Soy una mala madre” y unas cuantas contestaciones y confesiones en Twitter, se creó un grupo, no, no lo busquéis para cotillear, porque es privado, de “malas madres”.

No, no os equivoquéis, aunque muchos de nosotros al oír “Mala Madre” rápidamente traemos a nuestra cabeza al gran Luis Tosar en su interpretación en “Celda 211” , estas malas madres distamos mucho de ser así de “oscuras”.

Tampoco somos “malas madres” en el sentido literal de la palabra.

Entonces,  ¿a qué viene ese nombre? Si leéis el post que lo originó, realmente viene a que aunque somos madres, no dejamos de ser mujeres, seres individuales con unos deseos, sueños, anhelos, gustos … parecidos o semejantes a los de otros seres de nuestro mismo sexo que no poseen el estado de maternidad en modo on.  Lo que ocurre es que hay ocasiones que manifestar esos deseos o apetencias nos hace ser juzgadas por terceros, y eso a la vez nos hace sentirnos fatal con nosotras mismas porque a nadie le gusta que le juzguen y mucho menos que le hagan sentir que es una “mala madre” por tener en mente más cosas que sus hijos y deberes maternales, o porque lo que tengamos en mente sea diferente a lo del resto de “buenos padres o madres”.

Es por ello, que en una tarde como hoy, quiero reclamar el derecho a ser la madre que quiero ser con mis hijas. No quiero que me comparen con nadie. Quiero ser yo, quiero ser esta madre, con mis horarios, con mis normas sobre programas de televisión que se pueden o no ver y las horas de televisión oportunas, sobre el uso o no de los juegos de ordenador, del uso de pintauñas, de comer esto o beber aquello entre semana y/o en fin de semana, de acostarse a esta hora o a otra, de hacer de esto o aquello una rutina o no, de decidir a qué cumpleaños se va y a cuales no… no quiero ser lo que los demás quieran que sea ni en lo personal ni en lo maternal. ¿Qué? ¿Qué soy una mala madre? ¡Pues a mucha honra!

  Imagen

Vuelta al colegio, rutinas y conciliaciones

Ya hemos pasado el tercer día de clases de este nuevo curso. Aún es pronto para saber cómo irá este año, pero lo hemos comenzado y recibido con sonrisas e ilusiones, junto con un buen puñado de nervios.

Este año las dos mayores están en primaria. La pequeña “se nos ha hecho mayor” y ya hay que empezar a acordarse de horarios, de días de chándal y de exámenes.

 

(Fuente Imagen: http://3.bp.blogspot.com/-6pjeH8fayrE/UE_H9-go4HI/AAAAAAAAFUM/17HpigKi-0I/s1600/Vuelta-al-cole%5B1%5D.jpg )

Ahora tenemos que ir al encuentro de rutinas, aunque hasta que llegue octubre sabemos que no serán muy consistentes y reales.

Y es esa búsqueda de rutinas la que nos hace volver a dar vueltas a los horarios que tendremos los padres para adaptarlos a los que tendrán las niñas en el colegio.

Y de pronto me veo echando la vista atrás un año y me pongo a recordar el propósito que nos hicimos de ponernos en marcha para tratar de lograr alcanzar la conciliación en nuestras vidas, y veo que no nos ha sido posible aún alcanzarlo: Nos hemos pasado el año haciendo malabarismos para estar ahí a primera hora dejándoles en clase, llegar a hora al trabajo, salir puntuales de la oficina para llegar a buscarles, tener la tarde para estudiar con ellas, quedarnos en casa los días que se han puesto enfermas…

Nos ha tocado volver a tirar de los abuelos. Ellos con su gran disposición e infinita paciencia han hecho que nuestros brazos parezcan más largos, que podamos abarcar lo que físicamente no podemos por reuniones o proyectos de última hora, o simplemente por enfermedad, porque los padres también nos ponemos enfermos a veces, aunque es cierto que muy de vez en cuando porque no estamos como para darnos “esos lujos”.

Ahora, vamos a tratar de entrar en rutinas, de reajustar horarios y una vez más seguiremos teniendo claro cuáles son nuestros principales valores para que este curso podamos vivir y disfrutar del año tanto a nivel familiar, personal como profesional y quizás éste si sea nuestro año de avanzar en ese deseo llamado conciliación.

 

 

(Fuente Imagen: http://www.sophya.es/blog/wp-content/uploads/2011/04/conciliacion-2.jpg )