Posts Tagged ‘hijos’
Hoy es una de esas semanas, en que ya que consigo un momento de tranquilidad frente al ordenador, después de todo el día enganchada a él trabajando, el tema debería ser el gran acontecimiento de este fin de semana en Barcelona. (Si me estás leyendo y eres un padre o madre bloggera ya sabes que me refiero a la segunda edición de Bloggers and Family, o también conocido por #BAF13 , pero va a ser que me váis a perdonar, y podéis entrar en el blog oficial, twitter o cuenta de Facebook para seguir el evento y todo lo que va a tener lugar… porque yo hoy estoy un poco-mucho-demasiado cabreada…
Y lo cierto es que no tengo muy claro con quién y el por qué. ¿ Conmigo? ¿ Con esos padres que van de guays dejando a sus hijos ordenadores, tablets y/o móviles a su total disposición porque » mi hijo con diez años lo maneja mejor que yo» ?
Estuve ayer en una sesión del CAF de la zona a la que pertenece el colegio de mis hijas, en el propio centro, sobre las conductas de los niños de 9 a 12 años. Cómo llegarles. Cómo entenderles. Y aparte de la exposición, que me pareció muy bien llevada y dinámica. Salí molesta con la actitud que tenemos, o tienen los padres ante las nuevas (aunque ya no tanto) tecnologías.
» Es que mi hija o le dejo la tablet o se pone de un pesado»
«Yo sé que mi hijo se conecta y menos de dos horas imposible, pero vamos que es normal, que todos sus compañeros dice que lo hacen también»
«Mi hijo sólo se mete en Youtube y Google, que son «programas» conocidos» – ¡¡ y la puerta a casi todo señor!!!
…
Creo que no hace falta que continúe.
Pero es que nadie se da cuenta de que igual que necesitas educar a tus hijos para que coman, se laven, se vistan, estudien… ¿hay que educarles en la utilización de las tecnologías ? ¿ Acaso para que tu hijo aprenda inglés coges un avión y lo sueltas en medio de Londres solo porque él tiene mucho desparpajo?
¿ Soy la única a la que le molesta esta ignorancia tan mal llevada? ¿ No tenemos como padres la obligación de formarnos y formar a nuestros hijos, o al menos de formarlos a ellos para un uso responsable de estos instrumentos tecnológicos?
Fuente imagen: https://encrypted-tbn2.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcRcCnjHi3BhX00cDk6fDg04QAblfWqc6VHvidp_aHpSJm0Ccyv72Q
El inicio del curso nos llena de nervios a todos como comentamos anteriormente.
Esto es así tanto por lo que trae de novedad, por lo que supone a la vez a adaptarse de nuevo a rutinas, como por lo que nos deparará a nivel de profesores, tutores, demás personal docente así como de la comunidad educativa, incluidos los compañeros que se relacionarán con nuestros hijos.
Y es que si en los primeros meses y años de vida del pequeño notas que se te rompe el corazón al dejarlo al cuidado de un tercero, cuando van creciendo el corazón no está mucho más tranquilo.
Por un lado está el tutor que le tocará, si sabrá llegar a tu hijo y sacarle lo mejor o tendrá una relación aséptica con él tanto para bien como para mal.
Por otro lado están el resto de profesores. Esos que todos los días estarán con ellos pero con los que apenas tendrás contacto salvo que así lo solicites, y dependerá de los centros.
Como no, ese personal de apoyo: de comedor, o que cuida los patios, auxiliares… Sabrán cuidar y proteger a mis pequeñas? Porque seamos realistas, pasar casi ocho horas diarias es mucho tiempo, y no nos engañemos, hay mala gente a edades tan tempranas que pueden hacérselo pasar tan mal… Porque una se empeña en pensar que sus hijos van a un lugar seguro, porque por eso se buscó y eligió ese centro en su día, pero luego de vez en cuando te vas enterando de cosas que no te hacen sentirlo así…
Empiezas a oír hablar de la figura de policía tutor, de seminarios o charlas sobre sustancias y/o hábitos tóxicos, y los pelos se ponen de punta, y piensas que tus pequeñas crecen y muy rápido, y que no quieres que conozcan ese mundo de miedos y temores, de «malvados» y aprovechados…
Y en tu cerebro saltan mil y una alarmas poniéndote en alerta y avisándote que esto de la maternidad es más complejo y duro de lo que leías en aquellas revistas de embarazo y post parto…
Cierras los ojos, cruzas los dedos, y deseas con todo tu corazón ser capaz de transmitirles los valores adecuados para que sepan elegir y optar correctamente y vivir en el lado «bueno» de este mundo al menos este curso…
Nota: este post pertenece al reto Iron blogger promovido por Y papá también anímate y únete!
Parece que era ayer, ese último día de clase.
Parece que no hace nada de esos días de junio.
Recuerdo los nervios de la noche anterior a las notas. Nervios tontos. Lo hecho, hecho estaba. Poco se podía cambiar. Y aun así una vuelta tras otra de un lado a otro de la cama.
Años después la historia se repite.
El boletín de notas no es el mío, sino el suyo. Los nervios no son los míos sino los suyos. Pero las vueltas en la cama no son las mías ni las suyas, sino las nuestras.
Es fácil sonreír al pensar en la escena. Lo curioso, es que dentro de unas semanas, la situación se repetirá. Porque si el final de curso nos pone nerviosos por lo que supone, ¿cuánto más no tiene de inquietante el nuevo curso ? ¿ qué nos traerá el futuro en los siguientes nueve meses de madrugones, descubrimientos, exámenes, risas, juegos, …?
Y de nuevo los nervios serán los suyos y los míos, los miedos serán los suyos y los míos, y los retos una vez más serán los suyos y los míos.
No puedo evitar sonreír, y pensar que agradezco los nervios vividos y que viviré a su lado porque: ¡ Qué suerte verlos crecer!
¿ Y tú, compartes nervios?
La cuenta atrás ha comenzado.
En siete días todo habrá pasado.
Vuelvo la vista atrás y pienso en el momento en que me enteré del I JORNADA DEL EVENTO de BloggersFamily.
Pensaba en la ilusión que me haría asistir, pero era arrastrar a mucha gente para ello. Además, en aquella época apenas podía moverme y no veía el momento de volver a llevar una vida normal, de esas de poder entrar y salir sin depender de nadie para hacer el 100% de mi vida.
Luego poco a poco, cuando la peque llegó, leyendo sobre cómo avanzaba el planning para ese día, viendo la posibilidad de conocer cara a cara a los dueños de esos tweets y blogs que me acompañaban en el día a día, reevalué la posibilidad de poder asistir y así se lo comenté a mi Santo.
Tenía claro que no iba a ir sola. No. Por un lado no podía separarme de una bebé lactante por «ocio y placer». Por otro lado, las semanas son muy duras a nivel familiar como para separarnos el fin de semana también. Así que creo que la ilusión de mis ojos le convenció. Y allá que vamos de excursión.
Ahora que se acerca el momento, los nervios me empiezan a aflorar.
Un encuentro con bloggers maternales ( y paternales) que leo, aunque no a todos los sigo porque confieso que eso de suscribirme no siempre me funciona y me cuesta acordarme después, no es excusa, lo sé, pero es la verdad.
Los protagonistas de esas historias que tantas veces me hacen replantearme tantas y tantas cosas ya sea como persona, como madre, como mujer, como amiga, como esposa…
Y lo mejor, ahora que lo pienso, la mayoría con una imagen asociada al blog… y yo con una imagen mucho más modesta… y con un nombre de blog que no cuadra con el perfil de Twitter… Ja, Ja, Ja… ya me veo » ¿¿¿ Eres Made qué???» » ¿ Ah! Eres Dando qué??»
Nervios, nervios, nervios… pero bueno, sé que habrá un grupo que me reconocerá rápidamente, y me ubicarán tanto con el tweet como con el blog. Mis imperfectas. Bueno, una parte de mis imperfectas. Porque no hemos tenido suerte de poder subir todas, ¿ verdad? A ver si lo conseguimos la próxima edición de BloggersFamily, porque chicas, habrá más, ya lo veréis.
Nada, ahora a dormir, que hay que estar descansada esta semana para poder estar al 100% para el #17NBCN.
Nos vemos!
MUAC!
Hoy estoy en uno de esos días con un estado de ánimo algo sarcástico, lo que me hace sentir un poco “destroyer” en algunos momentos. Y no he podido evitar acordarme del grupo “malas madres”.
Hace unas semanas, a raíz de un post de Walewska titulado “ Soy una mala madre” y unas cuantas contestaciones y confesiones en Twitter, se creó un grupo, no, no lo busquéis para cotillear, porque es privado, de “malas madres”.
No, no os equivoquéis, aunque muchos de nosotros al oír “Mala Madre” rápidamente traemos a nuestra cabeza al gran Luis Tosar en su interpretación en “Celda 211” , estas malas madres distamos mucho de ser así de “oscuras”.
Tampoco somos “malas madres” en el sentido literal de la palabra.
Entonces, ¿a qué viene ese nombre? Si leéis el post que lo originó, realmente viene a que aunque somos madres, no dejamos de ser mujeres, seres individuales con unos deseos, sueños, anhelos, gustos … parecidos o semejantes a los de otros seres de nuestro mismo sexo que no poseen el estado de maternidad en modo on. Lo que ocurre es que hay ocasiones que manifestar esos deseos o apetencias nos hace ser juzgadas por terceros, y eso a la vez nos hace sentirnos fatal con nosotras mismas porque a nadie le gusta que le juzguen y mucho menos que le hagan sentir que es una “mala madre” por tener en mente más cosas que sus hijos y deberes maternales, o porque lo que tengamos en mente sea diferente a lo del resto de “buenos padres o madres”.
Es por ello, que en una tarde como hoy, quiero reclamar el derecho a ser la madre que quiero ser con mis hijas. No quiero que me comparen con nadie. Quiero ser yo, quiero ser esta madre, con mis horarios, con mis normas sobre programas de televisión que se pueden o no ver y las horas de televisión oportunas, sobre el uso o no de los juegos de ordenador, del uso de pintauñas, de comer esto o beber aquello entre semana y/o en fin de semana, de acostarse a esta hora o a otra, de hacer de esto o aquello una rutina o no, de decidir a qué cumpleaños se va y a cuales no… no quiero ser lo que los demás quieran que sea ni en lo personal ni en lo maternal. ¿Qué? ¿Qué soy una mala madre? ¡Pues a mucha honra!