En el libro Una Madre, de Alejandro Palomas, se nos presenta la vida de una familia en un momento y día concreto y se nos hace partícipes de las emociones interiores y exteriores de cada uno de ellos durante el transcurso de esa velada.
Todos tenemos una familia. Nuestras familias son más o menos peculiares. Con unas peculiaridades que a veces nos hacen sentirla especial y en otras ocasiones hasta sentir cierta vergüenza de ella. Pero con vergüenza o no, lo cierto es que cada familia se siente como única.
Es ese sentir como único algo lo que nos hace ser partícipes de ello, y lo que nos ata a nuestras raíces y nos hace situarnos de un modo u otro ante el mundo.
Llegué a ella a partir de haber leído «Un hijo» y lo cierto es que ha sido toda una sorpresa la historia y el tono que me he encontrado. ¡Son tan distintos ambos libros y tan entrañables los dos!
He disfrutado con la lectura de esta novela, riendo, llorando y perdiéndome en Fer, Amalia, Silvia, Emma, Olga, Sara, el tío Eduardo, Ingrid y como no en Max y Shirley, ¿te apetece descubrirlos y compartir su intimidad a través de su historia ?
¡Qué ganas tenía de escribir una pequeña reseña sobre Un Hijo y qué complicado me está resultando!. Van pasando los días y no quiero que se me olviden las sensaciones y emociones pero me cuesta plasmarlas sin destripar el libro, ya que quiero que sea toda una experiencia para quien se acerque a él.
Este es uno de esos libros que caen en tus manos , a partir de una portada que te llama la atención y un escueto título, «Un Hijo» y que según vas leyendo te va enganchando y atrapando.
Si tienes la ocasión de leerlo, no olvides fijarte en los pequeños detalles tanto de la portada como de la contraportada, antes y después de su lectura; cuando lo acabes entenderás todo lo que recoge, toda la esencia que transmite.
Debo decir que me lo «bebí» y que me dio rabia que se acabase y tenerme que separar de Guille, Manuel y María.
Una de las cosas que más me han gustado es que está escrito de tal modo que puedes dejarte perder en cada uno de los personajes y en las posibles causas de sus comportamientos y pensamientos en los distintos pasajes del libro.
«Él me miró con desconfianza. Su mirada era la de un padre que quiere saber pero que no quiere oír.»
Recuerdo esos trayectos en metro toda compungida, con el estómago en un puño dejando volar mi imaginación más allá de las palabras, tratando de ponerme en el lugar de ese hijo, ese padre y esa profesional. ¿Es posible como profesional no implicarte en la vida de un paciente? ¿Es posible como padre proteger siempre a tu hijo? ¿ Es posible como hijo encontrar siempre cobijo en un padre? ¿Existe la magia en una palabra ?
«SUPERCALIFRAGILISTOESPIALIDOSO»
No conocía a Alejandro Palomas, pero estoy deseando leer el resto de su obra, y espero perderme en ella como lo he hecho en esta pequeña gran novela.
Y tú, ¿conocías este libro? ¿Y su autor?