Madre ( de nuevo)
La maternidad es un regalo para mí.
La maternidad es un regalo para mí.
¡Qué sencillo parece todo cuando le ocurre al de enfrente!
¡Qué fácil y clara es la opción a seguir cuando es otro el que tiene que dar el paso!
En estos días de tanto lío interior y exterior, me cuesta tomar decisiones, porque de pronto cada una de ellas parece no tener fin en cuanto a alternativas. Parece que todo llevase a un proceso largo e inacabable, con cientos de variables que apreciar y valorar, y claro eso acaba agotando…y a veces hasta casi paralizando, haciendo que me plantee la misma cosa una y otra vez, pero sin terminar de ponerla en marcha, sintiendo que se me van las energías dándole vueltas a los mismos asuntos, ¡y no estamos para derrochar energía, que cuesta mucho acumularla!
Pero ya sabemos que:
– la vida está llena de buenos propósitos en esos momentos que podemos sentarnos y pensar, que lo complicado es luego ponerlos en práctica porque el día a día nos come con su inercia.
– en ocasiones ese paso necesita de mucha voluntad nuestra pero también de un poco de apoyo del pequeño mundo que nos rodea, ya sea familiar, ya sea laboral, ya sea social, y no siempre se tiene la humildad para pedir ese apoyo o ayuda.
Así que aquí estoy a ver si soy capaz con un poco de reflexión y tranquilidad de poner en orden todo eso que tengo que hacer, quiera o no, para organizarlo por prioridades reales y/o fechas; para ver si de una vez por todas esto empieza a tomar forma antes de que sea demasiado tarde debido a ese pequeño ciclón que está por llegar y va a tratar de poner todo patas arriba de nuevo, porque temo llegue antes de lo previsto y me pille sin los deberes bien hechos.
No todos los días nos sentimos igual de fuertes para afrontar lo que nos espera.
No siempre el haber descansado nos asegura un día satisfactorio por delante.
Pero cuando el día acaba, y hacemos balance del mismo, muchas veces nos damos cuenta de que hemos tenido muchas emociones, sensaciones, sentimientos, y que no todos ellos han ido en el mismo sentido , ni siquiera aunque hayan sucedido en momentos casi sucesivos.
Por esos momentos de tristeza que desaparecen, por esos momentos de alegría que siempre llegan… Por esos momentos que simplemente por tener la suerte de estar aquí ya hay que estar agradecidos…
Por poder tener un momento para pararme a pensar: Gracias