junio 2012 archive

De graduaciones infantiles y festivales de fin de curso

Un año escolar más está a punto de tocar a su fin.

En unas horas mis peques comienzan sus vacaciones, y este año serán especiales, pues mamá podrá estar los dos meses largos con ellas. Pero esto será tema de otro post.

Atrás van  a quedar madrugones, horas de estudio, de lectura, de juegos, de manualidades, de cumpleaños de compañeros, nervios de exámenes… Y como no, atrás quedarán las horas dedicadas a los festivales de fin de curso y en este caso y año al festival de graduación.

Los festivales de fin de curso, año tras año, siguen emocionándome. La preparación de la vestimenta, en la que la abuela siempre echa una mano en cuanto hay aguja por medio, es un clásico. Pero lo que más me gusta es que estamos cerca de un mes con sus canciones y coreografías a todas horas… Y me gusta verles feliz ensayando en casa, tratando de aprendérselas y de hacerlas cada vez mejor. Y pese a que de sorpresa tienen en mi caso muy poco, me sigo sorprendiendo al verlas en el escenario repetir con sus compañeros lo que ellas solas hacían en casa.

La graduación de infantil, es aún mucho más especial que el festival, no por la  vestimenta con  su birrete incluído,  sino por lo que implica, lo que significa. Es el paso a primaria. Pasan de ser los mayores del Cole de infantil a ser los peques del Cole de primaria. Pero ellos están tan contentos e ilusionados… Que nosotros debemos mostrarnos así también, no? Pero a mí me cuesta, pues estoy tan nerviosa por todo lo que ya hemos pasado en un tiempo que me parece tan breve, que necesito tomar aire para seguir…

La graduación ha tenido como un pequeño ritual, ya vivido hace tres años con la mayor, pero lo que ha sido único ha sido la canción de este año, que habíamos oído cientos de veces ya a la peque, y que ella desde el primer dia había dicho que era muy triste… Ha sido una canción muy bien elegida, pero que ha hecho brotar alguna que otra lagrimilla porque al oírla me daba cuenta de que mi peque mediana se está haciendo también mayor.

Pero lo que es absolutamente común tanto a los festivales como lasas graduaciones, son los nervios de los críos antes y durante, y de los padres. Cuando ves a tu hijo con toda la ilusión, sólo piensas que no tenga que pasar un mal rato por un tropiezo, por un lapsus mental… Y así, cuando ves que todo sale bien una gran sonrisa ilumina tu cara y tu estómago se permite descansar. Y sólo deseas cruzar tu mirada con la suya para transmitirle con tus ojos que lo ha hecho fenomenal.

Madre ( de nuevo)

La maternidad es un regalo para mí.

La maternidad es uno de los dones que he tenido la suerte de poseer y disfrutar, aunque como en casi todo lo que tenemos en esta vida tiene algunas partes duras que son necesarias para valorar aún más todas las positivas.
En estos días que estoy volviendo a revivir un nacimiento, un bebé 100% dependiente, noto que aunque es una etapa ya vivida es única al depender del vínculo materno filial que se crea entre la mamá y cada pequeño. Son todos tan diferentes aunque no haya quien te haga notar que es igual que la pequeña por este detalle físico o que la mayor por aquel otro…
Y al igual que noto que es única la relación , noto que se vuelven a repetir miedos, angustias, inseguridades... Es como si hubiese algo en mi interior que no me  permite relajarme y me hace estar en tensión , a la expectativa… Porque no me acuerdo bien de ciertas cosas de las otras veces, y me entran dudas sobre si eso lo viví o me lo han contado o incluso por si lo he leído…
Y  esto, ¿Por qué me pasa?
¶ Quiero pensar que porque es algo tan valioso lo que poseo que no quiero que vaya nada mal por mi culpa, por hacer esto o dejar de hacer aquello.
¶ Porque sé que he sido tan afortunada pudiendo traer este bebé al mundo que me da miedo que se estropee.
¶ Porque sé que ahora mi vida depende de una vida más, y no quiero que este pequeño gran sueño se pueda estropear.